VERACRUZ.- El Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) ha denunciado un derrame de crudo tras la explosión de la plataforma Akal-B de Petróleos Mexicanos (Pemex), que tuvo lugar el pasado 6 de abril en la Sonda de Campeche, abarcando un área aproximada de 390 kilómetros cuadrados.
Según el CEMDA, Pemex calificó el incidente como un «conato de incendio», sin embargo, los hechos cuentan una historia diferente. Dos trabajadores perdieron la vida, uno está desaparecido y nueve resultaron heridos. Estos fallecimientos se suman a las más de 360 muertes en incidentes relacionados con Pemex desde 2009.
La organización responsabilizó a Pemex y a la Agencia de Seguridad Energía y Ambiente (ASEA) por la seguridad y la preservación ambiental de las operaciones en la Sonda de Campeche.
El siniestro fue detectado mediante imágenes satelitales, y los activistas calculan que comenzó el 22 de marzo y que hasta el 9 de abril seguía activo, alcanzando una fuga ininterrumpida de 18 días. Aseguran que el derrame tiene dimensiones similares a las denunciadas en julio del año pasado por otras organizaciones.
Por lo anterior, exigen «información transparente, medidas de atención, mitigación y prevención de futuros incidentes; y una conversación sobre Pemex y la seguridad de sus trabajadores, las comunidades que conviven con su infraestructura, el futuro de la petrolera y su responsabilidad frente a la crisis climática».
En un documento firmado por los inconformes, resaltan la urgente necesidad de abandonar la extracción y quema de combustibles fósiles en México.
Los activistas piden no considerar la explosión del 6 de abril como un mero accidente, sino como una consecuencia inherente de un sistema que sacrifica la seguridad de trabajadores, comunidades y medio ambiente por la explotación de recursos fósiles.
Acusan un aumento del 152% en la frecuencia de accidentes de Pemex en los últimos dos años, junto con una disminución del 49% en el presupuesto destinado al mantenimiento de instalaciones.
Esto, señalan, muestra que Pemex prioriza la extracción acelerada de combustibles fósiles sobre la inversión en seguridad y mantenimiento de la infraestructura existente.
La CEMDA exige a las autoridades información clara sobre el incidente ocurrido en Akal-B, sus impactos y las medidas que se tomarán para prevenir futuros incidentes similares.
También piden información sobre las acciones para atender el derrame de petróleo y mitigar sus impactos en los ecosistemas marinos, la salud de las personas y los medios de subsistencia de las poblaciones costeras.
Entre las organizaciones firmantes de la denuncia se encuentran la Alianza Mexicana Contra el Fracking, BCSicletos, CartoCrítica A.C, Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), y Colectivo Ecologista Jalisco A.C.