GAZA.- Un devastador ataque aéreo israelí cobró la vida de 76 miembros de una misma familia, según informaron rescatistas el pasado sábado. La tragedia ocurrió un día después de que el jefe de las Naciones Unidas advirtiera sobre la falta de lugares seguros en Gaza, enfatizando que la ofensiva israelí estaba generando «obstáculos enormes» para la distribución de ayuda humanitaria en la región.
Entre las víctimas se encuentra Issam al-Mughrabi, un empleado veterano del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas, junto con su esposa e hijos. Achim Steiner, director de la agencia, expresó su profundo pesar y declaró: «La pérdida de Issam y su familia nos ha afectado profundamente a todos. Naciones Unidas y los civiles en Gaza no son un objetivo. Esta guerra debe terminar».
El conflicto entre Israel y Hamás se intensificó después de una incursión realizada por milicianos de Hamás el 7 de octubre, donde perdieron la vida alrededor de 1,200 personas y se tomaron más de 240 rehenes. Israel ha anunciado su determinación de continuar la lucha hasta que Hamás sea destruida y expulsada del poder en Gaza, con la liberación de todos los rehenes.
Las cifras de víctimas en Gaza son desgarradoras, con más de 20,000 palestinos fallecidos y más de 53,000 heridos, según los funcionarios de salud locales. Israel atribuye la alta cifra de víctimas civiles a la utilización de zonas residenciales por parte de Hamás con fines militares y la presencia de túneles bajo áreas urbanas. A pesar de las miles de incursiones aéreas desde el 7 de octubre, Israel ha evitado hacer comentarios específicos sobre objetivos de cada ataque.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó el viernes una resolución que insta a acelerar las entregas de ayuda humanitaria a los civiles desesperados en Gaza. Sin embargo, Estados Unidos logró eliminar una propuesta más firme que pedía la «suspensión urgente de las hostilidades» entre Israel y Hamás. La resolución marca un hito en el consejo, siendo la primera que avanza después de que Estados Unidos vetara dos iniciativas anteriores que solicitaban pausas humanitarias y un cese al fuego completo.
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, renovó su llamado a un cese al fuego humanitario y expresó la esperanza de que la resolución contribuya a lograrlo. Sin embargo, subrayó que se necesitan acciones más inmediatas para poner fin a la «pesadilla» que vive la población de Gaza.
En una conferencia de prensa, Guterres destacó que la forma en que Israel lleva a cabo la ofensiva está obstaculizando significativamente la distribución de ayuda humanitaria, señalando la falta de requisitos fundamentales como seguridad, personal capacitado, capacidad logística y la reanudación de la actividad comercial. La ofensiva israelí, tanto terrestre como aérea, ha desplazado a casi el 85% de los 2.3 millones de habitantes de Gaza, devastando extensas áreas del enclave costero. Más de medio millón de gazatíes, aproximadamente un cuarto de la población, enfrenta hambruna, según un informe reciente de Naciones Unidas y otras agencias.