Nueva York, EE.UU — Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública de México y uno de los principales responsables de la estrategia antidrogas durante el gobierno del expresidente Felipe Calderón, fue sentenciado este miércoles a 38 años y cuatro meses de prisión en Estados Unidos. La condena, dictada por el juez federal Brian Cogan en Brooklyn, Nueva York, refleja su implicación en actos de narcotráfico y delincuencia organizada.
La sentencia, de 460 meses, llega tras su condena en febrero de 2023, cuando un jurado lo encontró culpable de colaborar con el Cártel de Sinaloa, aceptar sobornos millonarios y participar en múltiples conspiraciones para facilitar el tráfico de cocaína hacia Estados Unidos. García Luna, de 56 años, fue arrestado en diciembre de 2019 en Dallas, Texas, y desde entonces ha sostenido su inocencia, argumentando que fue víctima de represalias por negarse a aceptar un acuerdo de culpabilidad.
Los fiscales estadounidenses afirmaron que García Luna, en lugar de combatir al narcotráfico, protegió a los miembros del Cártel de Sinaloa, liderado entonces por Joaquín “El Chapo” Guzmán, permitiendo el tránsito de cargamentos de droga a cambio de sobornos. También alegaron que mintió repetidamente a las autoridades para encubrir sus actividades ilícitas.
Aunque la fiscalía solicitó la cadena perpetua y una multa de cinco millones de dólares, la defensa pidió una condena más leve de 20 años. El juez Cogan, quien también presidió el juicio de “El Chapo” Guzmán en 2019, optó por una pena intermedia, argumentando que los actos de corrupción de García Luna “socavaron profundamente la confianza pública en las instituciones mexicanas”.
Antes de ser secretario de Seguridad Pública durante el sexenio de Calderón (2006-2012), García Luna dirigió la Agencia Federal de Investigación (AFI) bajo el gobierno de Vicente Fox (2000-2006), posicionándose como uno de los hombres más poderosos en la lucha contra el crimen organizado en México. Sin embargo, las revelaciones sobre su colaboración con el narcotráfico generaron un fuerte impacto en la opinión pública, cuestionando la legitimidad de la estrategia de seguridad mexicana.
La sentencia contra García Luna es considerada un golpe simbólico en la relación entre las autoridades mexicanas y estadounidenses en la lucha contra el narcotráfico. Además, su caso se suma a una serie de procesos judiciales en Nueva York que involucran a figuras prominentes del crimen organizado.
De hecho, Ismael «El Mayo» Zambada, uno de los cofundadores del Cártel de Sinaloa, tendrá una audiencia clave esta semana en la misma corte, enfrentando 17 cargos que podrían llevarlo a la cadena perpetua o incluso a la pena de muerte.
Mientras tanto, García Luna, desde una prisión en Brooklyn, ha seguido proclamando su inocencia en cartas públicas difundidas por su abogado. En sus declaraciones más recientes, denunció haber sido objeto de una campaña en su contra por parte de la fiscalía de Nueva York.
Con su condena, el futuro del exfuncionario queda sellado, marcando un capítulo oscuro en la historia reciente de la política mexicana y el combate al narcotráfico.