CIUDAD DEL VATICANO.- En un emotivo gesto de respaldo, la Diócesis del Papa Francisco ha manifestado su plena solidaridad con el Padre Antonio Coluccia, valiente sacerdote antimafia, después de un escalofriante intento de asesinato en Roma. La Diócesis resalta la valerosa labor pastoral del sacerdote en medio de circunstancias peligrosas y desafiantes.

El comunicado, firmado por el Vicegerente de la Diócesis de Roma, Monseñor Baldassare Reina, expresa: «En nombre de la Diócesis de Roma, expresamos al Padre Antonio Coluccia y a los hombres de su escolta plena solidaridad por lo ocurrido el 29 de agosto en el barrio de Tor Bella Monaca».

Los acontecimientos se desencadenaron el martes, cuando el Padre Coluccia participaba en una marcha por la legalidad en contra de la mafia en el barrio periférico romano. Durante la marcha, un hombre en una moto lo abordó y, al reconocerlo, intentó atropellarlo. Aunque el Padre Coluccia resultó ileso, un miembro de su equipo de seguridad resultó herido. En medio de la confusión, la policía italiana se vio obligada a disparar, hiriendo al agresor en el antebrazo.

El barrio de Tor Bella Monaca, asediado por la influencia de la mafia local y el tráfico de drogas, fue testigo de este violento ataque. El Padre Coluccia ha estado luchando incansablemente contra la drogadicción y la delincuencia desde 2012. En ese año, transformó una villa que había sido confiscada a la mafia en una comunidad destinada a prevenir las adicciones y brindar apoyo a los jóvenes en riesgo.

Las autoridades judiciales italianas consideran que este atentado reciente contra el Padre Coluccia es un acto de «intento de asesinato» orquestado por la mafia. Sin embargo, la comunidad lo describe como un hombre jovial y comprometido con su entorno. Los jóvenes del barrio lo ven como alguien que siempre está dispuesto a conversar, sonreír y brindar consejos, incluso regalando medallas de la Virgen María.

Mons. Reina, quien también es Obispo Auxiliar de Roma, declaró: «Desde hace varios años, el Padre Antonio ha estado llevando a cabo su servicio pastoral trabajando junto a los jóvenes que sufren los estragos de la drogadicción, alzando su voz contra aquellos que siembran muerte y propagan engaños».

El sacerdote mismo ha asegurado que este acto intimidatorio no lo detendrá en su misión vital. «La agresión no me detendrá. Continuaré mi lucha, que estoy llevando a cabo contra la delincuencia que controla los sitios de tráfico de drogas en San Basilio, Quarticciolo y Tor Bella Monaca», afirmó.

Este incidente no hace más que reforzar el compromiso inquebrantable del Padre Coluccia en su esfuerzo por transformar las vidas y las calles afectadas por la delincuencia. Su enfoque pastoral se ha centrado en la acción directa, interactuando con los jóvenes y proporcionando un entorno seguro y saludable en medio de la adversidad. A lo largo de los años, ha demostrado que la fe y la determinación pueden prevalecer incluso en las situaciones más difíciles, inspirando a toda una comunidad a seguir luchando por un futuro mejor.