El equipo de Estados Unidos logró una victoria aplastante de 14-2 sobre Cuba en las semifinales del Clásico Mundial de Béisbol este domingo por la noche. La combinación de Trea Turner y Paul Goldschmidt impulsó ocho carreras, con Turner conectando dos jonrones y cuatro carreras impulsadas en un total de 5-3, mientras que Goldschmidt conectó un jonrón y también impulsó cuatro carreras en un total de 5-2. EE.UU. avanzó a la final que se jugará este martes por la noche, y competirá contra el ganador del partido del lunes entre México y Japón.
Aunque el tercera base estadounidense Nolan Arenado fue golpeado por un lanzamiento en la quinta entrada, las radiografías de su mano derecha dieron negativo a una lesión en el hueso.
El abridor estadounidense Adam Wainwright permitió una sola carrera en cuatro entradas, sobreviviendo a un mal comienzo. Por su parte, el abridor cubano Roenis Elias cargó con la derrota, permitiendo tres carreras en dos entradas.
El partido marcó el final del viaje de Cuba en el Clásico Mundial de Béisbol, que perdió sus dos primeros partidos, ganó los dos siguientes y se impuso en un desempate a cinco bandas antes de vencer a Australia en Tokio y volar más de 11.000 kilómetros hasta Miami para enfrentarse al equipo de Estados Unidos. Cuba comenzó fuerte con tres infield hits consecutivos y una carrera impulsada por base por bolas de Alfredo Despaigne, pero Wainwright salvó a los siguientes tres bateadores.
La clave fue una roleta de Arenado, que consiguió la fuerza en el plato para el primer out de la entrada. EE.UU. tomó la ventaja de 2-1 en la parte inferior del primer inning con el doble de Mookie Betts y el jonrón de Goldschmidt.