𝗡𝗜𝗖𝗔𝗥𝗔𝗚𝗨𝗔.- El día de ayer el gobierno de Daniel Ortega de comunicó el cierre de cuentas bancarias de varias diócesis en Nicaragua por supuesta malversación de fondos como parte de una red de lavado de dinero.
En un comunicado autoridades nicaragüenses afirman haber encontrado «centenares de miles de dólares, escondidos en bolsas, ubicadas en instalaciones pertenecientes a la diócesis del país».
De acuerdo al comunicado, las investigaciones realizadas en los últimos días, confirmaron la sustracción «ilegal» de recursos de cuentas bancarias que habían sido congeladas, así como otros delitos que todavía están siendo investigados. Al parecer se trataría del manejo de fondos y recursos de cuentas bancarias que habían pertenecido a personas condenadas por traición a la patria.
«La Fiscalía General de la República, la Superintendencia de Bancos y la Unidad de Análisis Financiero han confirmado movimientos delictivos con fondos que para la diócesis han ingresado irregularmente al país y se investigan y se han abierto procesos por todos estos delitos», señala el comunicado de la policía.
Por su parte, la abogada e investigadora Martha Patricia Molina, que recopila los ataques contra sacerdotes en el país, subrayó que esta medida se da tras la detención de dos sacerdotes al norte del país que están siendo investigados por las autoridades policiales por haber dirigido una organización religiosa que fue clausurada.
Un sacerdote que pidió no ser identificado por temor a represalias señaló que hasta el momento se tiene confirmado que la suspensión de cuentas bancarias abarca a Managua, capital del país y a las Diócesis de Matagalpa y Estelí, al norte del país, las cuales estaban administradas por el obispo Rolando Álvarez, encarcelado por la administración de Ortega y sentenciado a 26 años de prisión.
“La intención es acabar con la Iglesia”, recalcó el religioso.
Mientras que medios locales aseguran que la suspensión de cuentas bancarias se extendió a todas las iglesias del país.