PEKÍN.- En un movimiento sorprendente, el Gobierno de China ha prohibido el uso de dispositivos iPhone a todos los funcionarios públicos del país, según un informe publicado por The Wall Street Journal. Esta prohibición, que se ha implementado de manera inmediata, se suma a una serie de tensiones recientes entre China y la empresa tecnológica Apple.
La medida, que fue anunciada oficialmente a través de un comunicado del Gobierno chino, argumenta preocupaciones sobre la seguridad nacional y la protección de datos sensibles. Según el comunicado, el uso de dispositivos iPhone por parte de funcionarios públicos podría representar una amenaza potencial para la seguridad del país debido a la capacidad de Apple para acceder y controlar los datos almacenados en sus dispositivos.
Esta prohibición se produce después de años de tensiones entre China y Apple, en gran parte relacionadas con la política de privacidad de la empresa y su negativa a permitir el acceso del Gobierno chino a los datos de los usuarios. Apple ha mantenido una posición firme en cuanto a la privacidad de sus usuarios, lo que ha llevado a fricciones con las autoridades chinas.
Además, esta medida se suma a otras restricciones impuestas por el Gobierno chino a empresas tecnológicas extranjeras en un intento de fortalecer el control sobre la información y la tecnología dentro del país. A principios de este año, China también prohibió el uso de la plataforma de redes sociales Facebook y la aplicación de mensajería WhatsApp, alegando preocupaciones de seguridad similares.
Los funcionarios públicos que posean dispositivos iPhone deberán reemplazarlos por dispositivos móviles de otras marcas autorizadas por el Gobierno chino. Esta decisión, sin duda, tendrá un impacto significativo en el mercado de teléfonos inteligentes en China, donde los productos de Apple han sido muy populares entre los consumidores y funcionarios públicos por igual.
Se espera que esta prohibición genere un debate sobre la relación entre las grandes empresas tecnológicas extranjeras y los gobiernos que buscan salvaguardar la seguridad nacional y el control sobre la información. Mientras tanto, Apple aún no ha emitido comentarios oficiales sobre la prohibición.
Esta medida marca otro capítulo en la creciente complejidad de las relaciones entre China y las empresas tecnológicas internacionales, y plantea preguntas importantes sobre el equilibrio entre la privacidad de los usuarios y las preocupaciones de seguridad nacional en un mundo cada vez más conectado digitalmente.