MALÍ.- Un dramático suceso ha conmocionado a la comunidad internacional, mientras el grupo insurgente conocido como el «Marco Estratégico Permanente» (CSP), que aboga por la independencia del norte de Malí, ha tomado el control de una base militar gubernamental en la localidad de Dioura, ubicada en la región central de Mopti, Malí. Este acto violento ha resultado en la lamentable pérdida de 81 vidas de soldados malienses, mientras que cinco de ellos fueron capturados por el grupo rebelde. El portavoz militar del CSP, Moulay Ag Sidi Mola, emitió un comunicado en el que confirmaba la operación llevada a cabo el pasado jueves, detallando que durante la misma, los insurgentes destruyeron 15 vehículos pertenecientes al Ejército maliense y se apoderaron de armas, municiones y equipo militar. La localidad de Dioura, que ha caído bajo el control de los secesionistas, representa un punto estratégico en el sur del territorio reclamado por el CSP, marcando un preocupante avance en su objetivo de independencia. El CSP también informó sobre la pérdida de cinco de sus propios combatientes, mientras que otros diez resultaron heridos. Sin embargo, afirmaron que no sufrieron pérdida material significativa durante la operación. Aunque el saldo de bajas en las fuerzas malienses no ha sido confirmado oficialmente ni por el Gobierno de Malí ni por fuentes independientes, este incidente subraya la creciente inseguridad y la amenaza que representa el grupo insurgente para la estabilidad en la región. Además, el CSP anunció la toma de otra base militar del Ejército maliense en la localidad de Bamba, ubicada en la región norteña de Gao, en una breve nota difundida el domingo, sin proporcionar más detalles sobre el ataque. Este recrudecimiento de los ataques por parte de los independentistas norteños ha ocurrido después de ocho años de tregua y tras la retirada de la misión de la ONU en Mali (Minusma), que era el único mecanismo de supervisión del alto el fuego en el norte del país. Malí, que ha estado bajo el gobierno de una junta militar golpista desde agosto de 2020, enfrenta una compleja situación de violencia e inestabilidad desde 2012, que ha resultado en miles de muertos y desplazados. La comunidad internacional sigue de cerca esta crisis en busca de una solución pacífica y duradera para el país.
