TEHERÁN.- La justicia de Irán ha dictado sentencia contra dos valientes periodistas que desempeñaron un papel fundamental en hacer pública la muerte de Mahsa Amini, una joven kurda iraní de 22 años que falleció mientras estaba bajo custodia policial. Este trágico incidente desencadenó un movimiento de protesta significativo en el país.
Elaheh Mohammadi, de 36 años, y Niloufar Hamedi, de 31 años, han estado tras las rejas en la prisión de Evin en Teherán desde su detención a finales de septiembre de 2022, apenas unos días después del fallecimiento de Mahsa Amini.
Después de un juicio a puerta cerrada que tuvo lugar desde el 29 de mayo, la agencia judicial Mizan Online anunció que Elaheh Mohammadi, quien trabaja como reportera para el diario Ham Mihan, fue condenada a seis años de prisión por su supuesta colaboración con Estados Unidos, otros cinco años por conspiración contra la seguridad nacional y un año adicional por propaganda contra la República Islámica.
Por otro lado, Niloufar Hamedi, una destacada fotoperiodista que trabaja para el diario reformista Shargh, fue sentenciada a siete años de prisión por colaboración con Estados Unidos, otros cinco años por conspiración contra la seguridad nacional y un año por propaganda contra la República Islámica. Según la ley iraní, se aplica la pena más severa en caso de múltiples condenas. Es importante señalar que ambas periodistas tienen la opción de apelar el veredicto en un plazo de 20 días.
La arresto de Niloufar Hamedi tuvo lugar menos de una semana después de la muerte de Mahsa Amini el 16 de septiembre. Hamedi se encontraba en el hospital donde la joven estaba siendo tratada y publicó una fotografía de la afligida familia en las redes sociales.
Mahsa Amini había sido detenida en Teherán por la Policía de la Moral bajo acusaciones de no cumplir con el código de vestimenta que requiere que las mujeres usen velo en público. Por su parte, Elahe Mohammadi se encontraba en la ciudad natal de Amini, Saqqez, ubicada en el oeste de Irán, para cubrir su funeral.
Durante el primer día de su juicio, Niloufar Hamedi defendió su labor periodística alegando que había actuado dentro del marco legal y no había cometido ningún acto que pusiera en riesgo la seguridad de Irán, según declaró su esposo, Mohammad Hossein Ajorlou, en las redes sociales. Sin embargo, sus familiares y abogados expresaron su descontento por no haber podido asistir al juicio.
En agosto, la justicia iraní argumentó que las causas de su detención no estaban relacionadas principalmente con el caso de Mahsa Amini, sino con su presunta «colaboración» con el «gobierno hostil de Estados Unidos» a través de la ONG californiana United for Iran. La República Islámica no mantiene relaciones diplomáticas con Estados Unidos y lo considera un enemigo.
Cabe mencionar que el abogado de las periodistas, Mohammad Ali Kamfirouzi, fue arrestado en enero y liberado bajo fianza tras ser acusado de «propaganda» contra el Estado por hablar con medios de comunicación nacionales e internacionales sobre el caso de Mahsa Amini.
La muerte de Mahsa Amini desencadenó una ola de protestas en el país a finales de 2022, con cientos de personas perdiendo la vida y miles más siendo detenidas por participar en las manifestaciones. Siete hombres fueron ejecutados en relación con estas protestas. Los informes indican que, desde entonces, más de 90 periodistas en Irán han sido hostigados por las autoridades.