NUEVA YORK, GINEBRA.- El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) anunció el viernes que ha desplegado un equipo de investigadores sobre el terreno para evaluar el ataque devastador perpetrado por las fuerzas rusas en la localidad ucraniana de Hroza, el cual dejó un saldo preliminar de al menos 52 personas fallecidas.
El incidente ocurrió el jueves cuando las fuerzas militares rusas llevaron a cabo un ataque en Hroza, apuntando a una cafetería y una tienda, utilizando, según las autoridades ucranianas, un potente misil balístico Iskander.
La portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Elizabeth Throssell, transmitió la indignación de Volker Türk, Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, quien presenció de primera mano las desgarradoras consecuencias de este acto violento. Throssell declaró en un comunicado: «El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, que ha visto con sus propios ojos las terribles consecuencias de estos ataques, está profundamente conmocionado y condena esta matanza. Ha desplegado un equipo sobre el terreno en el lugar para hablar con los supervivientes y recabar más información».
La tragedia en Hroza refleja el triste hecho de que los civiles ucranianos siguen pagando un alto precio como resultado de la invasión rusa. La Misión de Observación de los Derechos Humanos de la ONU en Ucrania, dirigida por Throssell, ha confirmado la identificación de 35 de las personas fallecidas, aunque no proporcionó los nombres de los afectados.
Para contextualizar, el ataque de las fuerzas rusas se centró en una cafetería y una tienda en Hroza, ubicada cerca de la ciudad ucraniana oriental de Kupiansk, en la región de Járkiv. El impacto del poderoso misil balístico Iskander se cobró al menos 52 vidas, incluyendo la de un niño de tan solo 6 años.
Las imágenes que emergieron después del ataque mostraron a equipos de emergencia trabajando entre los escombros, en una escena de devastación que recordó al ataque ruso previo a una estación de ferrocarril en Kramatorsk a principios de 2022.
La cifra de muertes en una comunidad tan pequeña, con solo 330 residentes, resalta la magnitud de la tragedia, donde uno de cada seis habitantes perdió la vida en este atroz acto de violencia. Las investigaciones en el terreno continuarán para esclarecer los detalles del incidente y evaluar las implicaciones para los derechos humanos en la región.