TRÍPOLI, LIBIA.- En una tragedia sin precedentes, al menos 5.300 personas han perdido la vida debido a las catastróficas inundaciones que azotaron el este de Libia como resultado de la tormenta Daniel, según las autoridades gubernamentales del país. La ciudad de Derna, epicentro de la catástrofe, se encuentra sumida en un estado apocalíptico y caótico, agravando aún más la situación en una nación que ha estado dividida por la guerra durante varios años.
Las imágenes que llegan desde Derna son desgarradoras: calles convertidas en ríos, edificios derruidos, vehículos arrastrados por la corriente y miles de personas desplazadas que luchan por encontrar refugio y alimentos. La tormenta Daniel, que azotó la región durante varios días, provocó lluvias torrenciales de proporciones históricas, desencadenando inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra mortales.
El gobierno libio, que ha enfrentado enormes desafíos en medio de una guerra civil en curso, se ha visto abrumado por la magnitud de la tragedia. Los servicios de emergencia y las organizaciones humanitarias están haciendo esfuerzos desesperados para brindar ayuda a las personas atrapadas en áreas inundadas y proporcionar refugio a los desplazados.
Eleni Giokos, corresponsal de noticias internacional, se encuentra en Derna y ha informado en vivo desde la escena. Giokos describió la situación como «apocalíptica» y señaló que las condiciones climáticas adversas continúan dificultando los esfuerzos de rescate.
El conflicto interno en Libia ha obstaculizado la capacidad del país para prepararse y responder a desastres naturales, y la tormenta Daniel ha resaltado la necesidad urgente de ayuda internacional. Varios países y organizaciones internacionales han ofrecido asistencia humanitaria y recursos para ayudar a Libia a enfrentar esta crisis.
La comunidad internacional observa con atención la situación en Libia, y se espera que aumenten los esfuerzos de ayuda para hacer frente a esta catástrofe sin precedentes. Mientras tanto, los habitantes de Derna y otras áreas afectadas luchan por recuperarse de una tragedia que ha dejado a miles de personas en duelo y un país devastado por la furia de la naturaleza.