JAPÓN.- La trágica historia de Takashima Shingo, un médico residente japonés de 26 años que se quitó la vida el pasado mayo después de acumular más de 200 horas extras de trabajo en un solo mes, ha provocado un llamado urgente a cambiar la cultura laboral en Japón.
La familia del joven médico ha alzado la voz para denunciar las condiciones de trabajo extremadamente demandantes que enfrentan muchos empleados en Japón. Takashima trabajaba en el Centro Médico Konan en la ciudad de Kobe, y de acuerdo con sus abogados, había trabajado más de 207 horas extras en el mes previo a su fallecimiento. Sorprendentemente, no había tomado un día libre en tres meses consecutivos.
Aunque el hospital inicialmente negó las acusaciones, las autoridades laborales gubernamentales concluyeron que la muerte de Takashima fue el resultado de las largas jornadas laborales a las que fue sometido. Esto ha puesto de manifiesto las desafiantes condiciones que enfrentan los trabajadores del sector de la salud en Japón.
La cultura del exceso de trabajo, conocida como «karoshi», ha sido un problema persistente en Japón, causando estragos en la salud mental y física de los trabajadores. El Ministerio de Sanidad, Trabajo y Bienestar de Japón ha reconocido la necesidad de abordar esta cuestión y ha implementado legislación para prevenir las muertes y lesiones relacionadas con el exceso de trabajo.
En una emotiva rueda de prensa, la madre de Takashima, Junko Takashima, compartió los sentimientos de desesperación que experimentó su hijo antes de su suicidio. Ella reveló que él se quejaba constantemente de la dureza de su situación laboral y expresaba la sensación de que nadie lo ayudaría. La familia ha instado a una mejora en el entorno laboral de los médicos para evitar tragedias similares en el futuro.
El hermano de Takashima también se pronunció en la rueda de prensa, cuestionando la gestión laboral del hospital y resaltando que acumular 200 horas extras en un mes es un indicativo alarmante de un problema más profundo.
A pesar de las reformas en la ley laboral en 2018 y los esfuerzos para reducir las horas de trabajo excesivas, el fenómeno persiste en varios sectores. En el ámbito médico, un estudio de 2016 reveló que una parte significativa de los médicos trabaja semanas de hasta 60 horas, e incluso un porcentaje menor llega a las 100 horas semanales.
Este trágico evento subraya la necesidad apremiante de cambiar la cultura laboral en Japón y proporcionar un entorno de trabajo más saludable y equilibrado para los empleados. La historia de Takashima Shingo sirve como un recordatorio impactante de los peligros del exceso de trabajo y el imperativo de proteger la salud y el bienestar de los trabajadores.