REIKIAVIK, ISLANDIA— La Oficina Meteorológica de Islandia ha alertado sobre la ocurrencia de alrededor de mil nuevos terremotos desde la pasada medianoche, en las proximidades de la ciudad de Grindavík, ubicada en el suroeste de la isla. Aunque los temblores no han superado una magnitud de 3, la constante actividad sísmica ha elevado considerablemente el riesgo de una inminente erupción volcánica en los próximos días.
Según un comunicado oficial emitido por la Oficina Meteorológica, desde la mañana del 11 de noviembre, la actividad sísmica en la intrusión de magma se ha mantenido constante, registrando alrededor de mil terremotos, todos con magnitudes inferiores a 3.0. El epicentro de la mayor actividad sísmica se sitúa desde el centro del corredor hacia el norte y el sur, bajo Grindavík, en el suroeste de la isla en el Atlántico Norte. La mayoría de los sismos ocurren a una profundidad de entre tres y cinco kilómetros en la parte inferior de la intrusión de magma.
El comunicado destaca que las mediciones GPS de las últimas 24 horas indican una ralentización en la deformación asociada al túnel de magma formado el 10 de noviembre, sugiriendo que el magma se está desplazando más cerca de la superficie.
La Oficina Meteorológica de Islandia, en colaboración con la Universidad de Islandia y el Departamento de Protección Civil y Gestión de Emergencias, concluyó en una reunión el sábado que, según las últimas mediciones de sismicidad y deformación del terreno en la región de Grindavík, así como los modelos geofísicos y evaluaciones de riesgos, la intrusión en curso representa un grave peligro volcánico.
Los modelos geofísicos sugieren que la intrusión se está propagando lentamente hacia arriba, estimándose que el magma se encuentra a unos 800 metros bajo la superficie. Aunque la ubicación exacta de un posible lugar de erupción es desconocida, la longitud de 15 kilómetros y la orientación del dique ofrecen indicios sobre posibles fuentes, según indicaron las autoridades.
Ante esta situación, las autoridades islandesas declararon el viernes la situación de emergencia después de una serie de terremotos cerca de Grindavík y emitieron una advertencia sobre la posible erupción volcánica. Como medida preventiva, se ordenó la evacuación de esta ciudad, situada a 50 kilómetros al suroeste de la capital, Reikiavik. La incertidumbre persiste mientras las autoridades continúan monitoreando de cerca la evolución de la actividad volcánica en la región.