Burdeos, Francia.- Una tragedia sacudió a la ciudad de Burdeos, Francia, cuando una mujer de 32 años falleció a causa de botulismo después de consumir sardinas en conserva en el restaurante «Tchin Tchin Wine Bar». Las autoridades sanitarias han informado que varios turistas de diferentes nacionalidades también han resultado intoxicados por la misma causa.
El botulismo, una enfermedad neurológica grave, generalmente se origina por la ingestión de alimentos mal conservados, y en este caso, se ha identificado al restaurante como el lugar donde se originó la contaminación. Según la autoridad sanitaria DGS, el restaurante había preparado las sardinas en conserva por sí mismo.
Hasta el momento, no se ha revelado la nacionalidad de la mujer fallecida. Benjamin Clouzeau, un médico del Hospital Pellegrin de Burdeos, ha confirmado que otras 12 personas continúan recibiendo tratamiento de urgencia, incluyendo a cinco pacientes que requieren asistencia respiratoria. Entre los afectados se encuentran ciudadanos de Estados Unidos, Irlanda, Canadá y un ciudadano alemán que está siendo tratado en su país de origen después de haber regresado. También se ha reportado un caso similar en Barcelona, España.
Todos los afectados habían visitado el restaurante entre el 4 y el 10 de septiembre, un período de gran afluencia turística en la ciudad de Burdeos, conocida por su vino y su gastronomía. Todos habían consumido sardinas en conserva preparadas en el propio restaurante, según confirmó la DGS.
El botulismo es una enfermedad potencialmente mortal, con una tasa de letalidad que oscila entre el 5% y el 10%, causada por una toxina producida por la bacteria «Clostridium botulinum». Esta bacteria puede desarrollarse cuando los alimentos en conserva no han sido esterilizados adecuadamente. Las autoridades sanitarias continúan realizando pruebas en el restaurante y no descartan la posibilidad de que se presenten más casos de botulismo, ya que esta enfermedad tiene un período de incubación que puede durar varios días.
El botulismo puede provocar parálisis muscular que puede extenderse durante varias semanas, y el mayor riesgo inmediato es la afectación de los músculos respiratorios. El periódico local Sud Ouest informó que el gerente del restaurante había descartado algunos tarros que contenían sardinas debido al «fuerte olor» que desprendían al abrirlos, pero otros recipientes aparentemente en buen estado se sirvieron a los clientes, lo que desencadenó esta trágica serie de eventos. Las autoridades instan a la población a ser cautelosa con los alimentos en conserva y a seguir estrictamente las normas de seguridad alimentaria para evitar situaciones similares en el futuro.