Por el momento Australia se destaca como la única democracia que utiliza tecnología de reconocimiento facial, muchos otros países siguen rechazando la idea de tener el reconocimiento facial en sus comunidades.
La primera ciudad que utilizo la tecnología del reconocimiento facial es San Francisco, se acepto la idea de esta nueva tecnología en mayo del 2019 por parte de la policía. Al ver los lados positivos de esta nueva tecnología, California, Oakland, Somerville y Massachusetts no tardaron en tenerlo también.
Las compañías como Amazon, Microsoft, IBM y Google, declaran cada quien por su cuenta que no se hará ventas de sus algoritmos de reconocimiento facial a las fuerzas de seguridad, hasta que exista una ley federal.
Facebook anuncio en noviembre 2019, la eliminación de 1.000 millones de “huellas faciales” y se dejara de usar la tecnología para etiquetar personas en fotos.
Grupos como Amnistía Internacional advierten que el uso del reconocimiento facial conduce a la discriminación racial.
«La pandemia creó todas estas nuevas justificaciones para usar la tecnología de reconocimiento facial», señala Mark Andrejevic, profesor de estudios de medios en la Universidad de Monash, en Melbourne, y autor de un libro de próxima publicación titulado «Facial Recognition» (Reconocimiento facial).
«Todo se puso en internet y las organizaciones estaban tratando de hacer que las cosas funcionaran muy rápido. Pero no se pensó en las implicaciones. ¿Queremos vivir en un mundo donde todo está renderizado y no hay espacios privados? Crea un nivel completamente nuevo de estrés que no conduce a una sociedad saludable», asegura.
Con información de: BBC