La esperanza y los sueños de éxito para la Selección Mexicana Sub-17 se convirtieron en una pesadilla humillante en el Mundial de la categoría, cuando enfrentaron a Mali en los octavos de final y fueron derrotados de manera contundente con un vergonzoso marcador de 5-0.
El partido fue un desastre desde el principio para el Tricolor, ya que en los primeros 15 minutos, Mali anotó tres goles, dejando atónitos a los pocos aficionados mexicanos que seguían el juego. La caída temprana y abrumadora refleja una realidad desalentadora para el fútbol mexicano, que solía dominar en la categoría Sub-17.
Mahmoud Barry fue la pesadilla de México en este encuentro, anotando dos goles en los primeros 13 minutos y estableciendo el tono para la humillante derrota. El desquicio del equipo dirigido por Raúl Chabrand permitió que Mali anotara el tercer gol al minuto 15, prácticamente asegurando la eliminación del Tricolor con 75 minutos restantes en el reloj.
La primera mitad del partido culminó con un gol más para Mali, esta vez desde el punto penal, con la anotación de Kanate, llevando el marcador a un aplastante 4-0 antes del descanso.
En el segundo tiempo, México necesitaba una gesta heroica para revertir la situación, pero el equipo salió a la cancha sin mostrar reacción. La estadística del partido revela la impotencia del Tricolor, con apenas dos intentos de tiro al arco, mientras que Mali continuó su asedio y logró anotar su quinto gol, esta vez a cargo de Ange Tia.
La eliminación en los octavos de final del Mundial Sub-17 se suma a una serie de fracasos recientes para el fútbol mexicano, que ha quedado fuera de la fase de grupos en la Copa Mundial de la FIFA 2022, no clasificó a los Juegos Olímpicos de París 2024 y enfrenta incertidumbre en la Copa América. El panorama para el fútbol nacional parece sombrío, y los aficionados se preguntan cuándo y cómo se revertirá esta tendencia negativa.