PERÚ.- La Municipalidad de Comas ordenó el cierre inmediato del Centro Terapéutico Especializado para Niños (Cetdin) luego de que se dieran a conocer estremecedoras denuncias de abuso y maltrato hacia menores de edad en sus instalaciones. Las acusaciones incluyen videos que circulan en redes sociales, en los cuales se observa al personal del centro empleando tratos crueles contra los pequeños, algunos de ellos de apenas tres años y con condiciones como el autismo.
Los videos, que rápidamente generaron indignación en la comunidad peruana, muestran a varios menores sometidos a prácticas inhumanas, lo que llevó a las autoridades a actuar con rapidez. La denuncia inicial fue presentada por los padres en la comisaría de La Pascana, quienes habían comenzado a sospechar sobre el trato recibido por sus hijos tras observar cambios de comportamiento y señales físicas preocupantes.
Investigación y pruebas de abuso
Según las investigaciones preliminares, el director del centro, Roger Dante Baltazar Rodríguez, sería uno de los principales acusados. Los videos revelan escenas impactantes en las que, supuestamente, el director habría atado con cinta adhesiva a uno de los niños y colocado a otro en una silla en un rincón del aula, amordazado con papel para evitar que gritara. “Estos son niños vulnerables, con necesidades especiales; verlos así me destrozó”, expresó la madre de uno de los menores.
Los padres habrían confrontado a Baltazar Rodríguez, quien presuntamente se justificó diciendo que los métodos eran una reacción ante la «agresividad» de los menores. «Su respuesta fue indignante; justificó los maltratos diciendo que ‘los niños lo agredían’», comentó uno de los familiares afectados.
Clausura del centro y medidas legales
Las autoridades clausuraron el Cetdin de forma preventiva mientras se desarrollan las investigaciones para proteger a los menores y esclarecer los hechos. La fiscalía y las autoridades locales aseguraron que se tomarán medidas contundentes y que el caso será tratado con la seriedad que amerita.
Este suceso ha causado conmoción y repudio en la sociedad peruana, y ha puesto en el foco la necesidad de monitorear y regular con mayor rigor los centros terapéuticos especializados para evitar que ocurran abusos contra niños en situación de vulnerabilidad.