Redacción El Tijuanense
El Papa Francisco, en su habitual rezo del Ángelus desde la Plaza de San Pedro, hizo un llamado contundente a la paz mundial al referirse a la guerra como un «horror que ofende a Dios y a la humanidad». Estas palabras, pronunciadas con firmeza, buscan despertar la conciencia de los líderes y las comunidades internacionales ante los conflictos bélicos que siguen causando sufrimiento en diversas regiones del mundo.
El Pontífice subrayó que la guerra no tiene vencedores y que siempre deja a la humanidad marcada por la derrota. «La guerra, con su destrucción y su carga de sufrimiento, es una grave ofensa al Creador y una tragedia para sus hijos», enfatizó Francisco, recordando que las enseñanzas cristianas llaman a construir puentes, no muros.
Francisco dirigió especial atención a los conflictos actuales, como el caso de Ucrania, e instó a la comunidad internacional a no caer en la indiferencia ni acostumbrarse al sufrimiento de los inocentes. «No debemos permitir que nuestros corazones se vuelvan insensibles ante el clamor de quienes sufren», señaló el Santo Padre.
Además, pidió oraciones y acciones concretas para asistir a los desplazados y afectados por los conflictos armados, especialmente durante el invierno, que agrava las condiciones de vida de millones de personas. «La caridad cristiana nos llama a ser solidarios con quienes sufren las consecuencias de la guerra», añadió.
El Papa concluyó su mensaje invitando a todos los fieles a rezar por la paz y a trabajar activamente por un mundo donde prevalezcan la justicia y el diálogo. Su exhortación resonó profundamente entre los presentes, reafirmando el compromiso de la Iglesia con la construcción de la paz.