Redacción El Tijuanense
La actriz Silvia Pinal, ícono de la Época de Oro del cine mexicano, no solo brilló en la pantalla, sino también en su legado arquitectónico. Su emblemática residencia en Jardines del Pedregal es una muestra del estilo y éxito de la diva del cine mexicano, marcando un antes y un después en la arquitectura de la capital.
Construida en la década de los años 50 por el renombrado arquitecto Manuel Rosen Morrison, la Casa Pinal combina modernismo con detalles exclusivos. El arquitecto, conocido por obras como la Alberca Olímpica y el Gimnasio Olímpico de 1968, diseñó la propiedad con espacios amplios y una alberca que, en su momento, fue una de las más grandes de la Ciudad de México.
El interior de la casa cuenta con elementos únicos que reflejan la personalidad de Pinal. Entre sus decoraciones destacan candelabros lujosos y un retrato de la actriz realizado por Diego Rivera, consolidándola como una residencia llena de arte y cultura.
Por décadas, la Casa Pinal fue escenario de eventos sociales y reuniones familiares, siendo testigo de la vida personal y profesional de la actriz. Su valor no solo radica en su diseño arquitectónico, sino también en la historia que guarda como hogar de una de las artistas más importantes de México.
Con el paso del tiempo, la Casa Pinal se ha convertido en un referente de la arquitectura mexicana. Hoy, es considerada un patrimonio invaluable, un reflejo de la grandeza y el legado de Silvia Pinal.