En una reciente entrevista, un obispo italiano ha abordado la cuestión de la homosexualidad en el sacerdocio, afirmando que interpretar la aceptación de sacerdotes homosexuales como una postura oficial de la Iglesia «no es una lectura correcta».
El prelado enfatizó que la Iglesia Católica distingue entre la inclinación homosexual y los actos homosexuales. Según la enseñanza tradicional, mientras que las tendencias homosexuales no son consideradas pecaminosas en sí mismas, los actos homosexuales son vistos como «intrínsecamente desordenados».
Esta declaración se alinea con las directrices previamente establecidas por el Papa Francisco, quien ha expresado que es preferible que personas con tendencias homosexuales no ingresen a los seminarios ni sean ordenadas sacerdotes.
El obispo subrayó la importancia de la formación adecuada en los seminarios, asegurando que los candidatos al sacerdocio comprendan y vivan plenamente el compromiso del celibato y la castidad, independientemente de su orientación sexual. Asimismo, reiteró el llamado de la Iglesia a tratar a todas las personas con respeto y dignidad, evitando cualquier forma de discriminación injusta.