El Papa Francisco, de 88 años, sufrió una caída en su residencia de la Casa Santa Marta en el Vaticano, resultando en un hematoma en el antebrazo derecho. Aunque no se detectaron fracturas, se le inmovilizó el brazo como medida de precaución.
A pesar del incidente, el Pontífice mantuvo su agenda programada, apareciendo en público con el brazo en cabestrillo. Esta es la segunda caída en poco más de un mes; anteriormente, el 7 de diciembre, sufrió un golpe en la mandíbula al tropezar con una mesilla.
En los últimos años, la salud del Papa ha sido motivo de atención debido a diversas intervenciones quirúrgicas y problemas de movilidad que le han llevado a utilizar una silla de ruedas desde mayo de 2022. Sin embargo, Francisco ha continuado con sus actividades pastorales y ha descartado, por el momento, la posibilidad de renunciar.