La Misa es el centro de la vida espiritual para los católicos, un encuentro directo con Cristo a través de la Eucaristía. Sin embargo, surge una pregunta importante: ¿es correcto salir del templo durante la celebración?
El padre Miguel Ángel Hernández, experto en liturgia, explica que para cumplir con el precepto dominical es necesario participar activamente en toda la Misa. Salir del templo sin una causa justificada puede afectar la experiencia espiritual y disminuir los frutos de la Eucaristía. Según la Instrucción «Redemptionis Sacramentum», emitida por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, los fieles deben participar plenamente en la liturgia con fe y dignidad.
Salir por causas de fuerza mayor, como atender a un niño pequeño o una emergencia médica, puede justificarse. Sin embargo, se recomienda buscar otra oportunidad para participar en una Misa completa antes de recibir la comunión. Esto asegura una experiencia más rica y plena del misterio eucarístico.
La Iglesia recuerda que la Eucaristía es el sacrificio de Cristo, un momento sagrado en el que los fieles renuevan su fe y comunión con Dios. Participar de principio a fin honra este misterio y permite recibir las gracias que el Señor nos ofrece a través de la celebración.
Por ello, los católicos son invitados a reflexionar sobre su compromiso con la Misa y a evitar distracciones innecesarias. Permanecer en el templo desde el inicio hasta la bendición final no solo cumple con el precepto dominical, sino que también fortalece nuestra relación con Dios y con la comunidad de fe.