Como parte de las celebraciones del Jueves Santo, el padre Patrick Murphy, director de la Casa del Migrante de Tijuana, encabezó la ceremonia del lavado de pies a 12 personas migrantes, entre ellos adultos y niños, en un acto simbólico realizado frente al muro fronterizo en Playas de Tijuana.
La emotiva actividad, inspirada en el gesto de humildad de Jesús hacia sus discípulos, tuvo como objetivo rendir honor a las personas migrantes que han enfrentado largos y difíciles trayectos en busca de una mejor vida. La mayoría de los participantes en la ceremonia eran mexicanos que actualmente se encuentran en situación de movilidad en esta frontera.
“El lugar elegido tiene un profundo simbolismo”, expresó el padre Murphy al referirse al muro fronterizo. “Queremos recordarle a la comunidad y a las autoridades que los migrantes están aquí, que existen, que necesitan apoyo y que merecen respeto”.
Durante la ceremonia, el sacerdote compartió su preocupación por las condiciones actuales de los migrantes. Mencionó que muchos de ellos se sienten desalentados debido a las restricciones migratorias que les impiden cruzar legalmente a Estados Unidos, situación que ha orillado a varios a buscar una vida estable en Tijuana mediante el alquiler de viviendas y la integración progresiva a la comunidad local.



Actualmente, la Casa del Migrante alberga a 37 personas, una cifra que representa una notable disminución respecto a años anteriores, cuando el albergue solía tener al menos 50 personas de forma constante.
Murphy también criticó abiertamente el reforzamiento del muro fronterizo promovido por el expresidente Donald Trump, calificándolo como un “show político” que lejos de ofrecer soluciones, alimenta el miedo y la separación.
Finalmente, hizo un llamado a las autoridades locales para que refuercen sus acciones en favor de los migrantes y tomen decisiones más humanas que respondan a la complejidad de la situación migratoria en la región.


Fotografías: Luis Bautista