W𝗮𝘀𝗵𝗶𝗻𝗴𝘁𝗼𝗻, 𝗗.𝗖., 𝗘𝗘.𝗨𝗨. — El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este jueves que el senador Marco Rubio, de Florida, será su próximo secretario de Estado. Rubio, quien en el pasado fuera uno de los críticos más vocales de Trump, se ha convertido con el tiempo en uno de sus defensores más sólidos. Esta nominación lo coloca como la figura principal de la diplomacia estadounidense, en un contexto internacional marcado por desafíos y tensiones en varias regiones estratégicas, desde Asia hasta América Latina.
En un giro inesperado, Trump también nominó al congresista republicano Matt Gaetz, también de Florida, para el cargo de fiscal general. Este nombramiento pone a un fiel aliado de Trump en uno de los puestos de mayor relevancia dentro del Departamento de Justicia. Al optar por Gaetz, Trump dejó fuera a algunos de los abogados de más prestigio y experiencia que se habían perfilado como candidatos. En un comunicado, Trump aseguró que Gaetz tiene la firmeza necesaria para “acabar con el Gobierno Armado, proteger las Fronteras y restaurar la Fe y Confianza de los estadounidenses en el Departamento de Justicia”.

Rubio, quien desde su juventud tuvo una relación estrecha con el deporte y soñaba con llegar a la NFL, dejó el fútbol americano para enfocarse en la política. Su trayectoria es extensa: fue líder de la mayoría en la Cámara de Representantes de Florida y luego se convirtió en presidente de esta. En 2010, tras enfrentarse a figuras prominentes de su partido, obtuvo la nominación republicana para el Senado y fue reelegido en 2016 y 2022.
El senador también tiene experiencia en asuntos de inteligencia y política exterior. Como vicepresidente del Comité Selecto de Inteligencia del Senado y miembro del Comité de Relaciones Exteriores, ha sido una voz fuerte contra las amenazas extranjeras, particularmente de China, Irán, Corea del Norte y Rusia. Rubio ha señalado que estos países “comparten el objetivo de debilitar a Estados Unidos, sus alianzas y su posición global”.

Pese a sus desacuerdos previos con Trump durante la contienda presidencial de 2016, Rubio y Trump fortalecieron su relación a lo largo de los años. Rubio acompañó a Trump en múltiples actos de campaña y ha respaldado sus políticas en el Congreso. Con esta nominación, Trump reafirma su intención de rodearse de leales y asegurarse de que su próximo gabinete esté alineado con sus objetivos de política exterior y seguridad nacional.
Estos nombramientos han generado reacciones diversas tanto en Washington como a nivel internacional, donde muchos observan con interés la composición del gabinete que enfrentará los próximos desafíos globales.