El polémico youtuber convertido en boxeador profesional, Jake Paul, sigue moviendo las aguas del boxeo con su estilo provocador y su habilidad para atraer los reflectores. Tras su reciente victoria contra el legendario Mike Tyson en el AT&T Stadium, Paul, de 25 años, no perdió tiempo en lanzar un reto ambicioso al multicampeón mexicano Saúl «Canelo» Álvarez, argumentando que un enfrentamiento entre ambos generaría ganancias históricas y validaría su lugar en el boxeo profesional.
Enfrentar a Mike Tyson, una de las figuras más icónicas del boxeo, podría parecer una hazaña para cualquiera. Sin embargo, el hecho de que Tyson, cercano a los 60 años y retirado desde hace casi dos décadas, fuera el oponente, ha desatado fuertes críticas hacia Paul. Para muchos, la pelea fue más un espectáculo que un duelo deportivo legítimo, una estrategia de marketing más que un desafío pugilístico real.
Pese a las críticas, Jake Paul sigue adelante con su narrativa. “Soy la cara del boxeo, la atracción más grande. Yo contra Canelo en 200 libras por el campeonato mundial de peso crucero es la pelea más grande, posiblemente incluso más grande que yo contra Tyson”, declaró Paul, dejando claro que busca algo más que un cheque millonario: el reconocimiento que siente no haber obtenido hasta ahora.
Sin embargo, Saúl Álvarez, de 34 años y dueño de un récord de 62-2-2, no parece estar interesado en formar parte del fenómeno de influencers que incursionan en el boxeo profesional. “Es bueno que Netflix esté involucrado, pero no en ese tipo de peleas. Creo que es más un espectáculo que una pelea. No me interesa”, sentenció el mexicano, dejando claro que no cederá a los millones que Jake Paul promete.
Canelo, quien siempre ha luchado por consolidar su legado como el mejor boxeador mexicano tras Julio César Chávez, ve este tipo de enfrentamientos como un desprestigio para el deporte. Además, no ha dudado en criticar a Netflix por fomentar estas dinámicas, señalando las fallas técnicas en la transmisión de su pelea contra Tyson como un ejemplo del impacto negativo que estas iniciativas pueden tener.
Mientras Canelo descarta la posibilidad de enfrentarse a Paul, el youtuber deberá buscar otros rivales. Con un récord de 11-1 y la mayoría de sus victorias contra oponentes retirados o fuera de su especialidad, su credibilidad como boxeador profesional sigue siendo cuestionada.
El reto ahora es claro: si Paul quiere ser tomado en serio por la élite del boxeo, tendrá que demostrar su valía enfrentándose a rivales en su mejor momento, algo que hasta ahora no ha hecho. Por ahora, el mexicano se mantiene firme en su postura, cerrando la puerta a una pelea que, según él, haría más daño que bien al boxeo profesional.
Mientras tanto, el espectáculo de Jake Paul sigue su curso, desafiando las tradiciones del deporte y dividiendo opiniones entre los fanáticos y las estrellas del ring.