La jornada del martes culminó con una depreciación de 0.44% del peso mexicano frente al dólar estadounidense, alcanzando un tipo de cambio de 21.8562 pesos por dólar en el mercado interbancario. Este último dato, según información proporcionada por el Banco de México (Banxico), implica una pérdida de 9.58 centavos con respecto al cierre previo, poniendo al peso mexicano como una de las divisas con peor desempeño en el día de ayer.
La delicada situación del peso fue en gran medida definida por la decisión del mercado de colocar sus inversiones en divisas de refugio. Según diversos analistas, la pérdida del valor del peso es una respuesta a la incertidumbre económica global presente debido a la guerra comercial entre Estados Unidos y China y al temor de un mayor ajuste en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal estadounidense.
Carlos González, director de análisis y estrategia de Monex, explica que «el mercado está buscando refugio en activos como el dólar, en vista de los riesgos geopolíticos y de la economía global. El miedo a una aceleración de las tasas de interés por parte de la Fed también está impactando».
Aunado a esto, destaca el impacto que tuvo la volatilidad del mercado de petróleo en la depreciación del peso. Debido a la caída en los precios del crudo, muchas economías emergentes experimentan pérdidas en sus divisas, y México, siendo un país altamente dependiente de las exportaciones petroleras, no es la excepción.
Para finalizar, debemos destacar que esta depreciación del peso frente al dólar puede acelerar las expectativas de aumento de tasas de interés de Banxico. En un escenario de debilidad del peso, es posible que veamos una respuesta del banco central correspondiente, con el fin de asegurar la estabilidad del valor de la moneda y mitigar los efectos de la inflación.
En el futuro inmediato, será crucial seguir de cerca la evolución del tipo de cambio y las decisiones de política monetaria tanto en México como en Estados Unidos.