Lo que se vivió esta tarde en Múnich fue una auténtica batalla futbolística: España y Portugal ofrecieron un espectáculo digno de una final, con intensidad, emociones y un desenlace dramático.
Desde los primeros instantes, ambos equipos salieron decididos a proponer y tomar la iniciativa. España se adelantó con un gol de Martín Zubimendi al minuto 21, aprovechando un error defensivo tras un excelente centro de Lamine Yamal. Nuno Mendes igualó poco después con un disparo raso y preciso, nivelando el marcador para Portugal.
Antes del descanso, un pase mágico de Pedri fue conectado por Mikel Oyarzabal para firmar el 2‑1 al borde del minuto 45.
El segundo tiempo regaló un momento legendario: Cristiano Ronaldo activó el instinto goleador para empatar en el 61’, alcanzando su gol número 138 con la selección portuguesa. Durante la prórroga se mantuvo el ritmo: llegadas de ambas escuadras y roces cerca del área chica que incluso provocaron una riña entre jugadores.
DIOGO COSTA LO DECIDIÓ EN PENALES
Tras un empate 2‑2 en 120 minutos, la tensión se trasladó a la tanda de penales. Fue ahí donde sobresalió el héroe inesperado: el portero portugués Diogo Costa, quien detuvo el penal de Álvaro Morata y selló el triunfo luso.

Portugal se corona campeón de Europa por segunda vez en la Nations League (primera en 2019), consolidando su dominio ante un rival histórico que también buscaba su segundo título tras el logrado en 2023. Una final vibrante y balanceada que combinó juventud con figuras como Yamal y Williams, y la veteranía de Ronaldo del otro lado del campo. Diogo Costa, en ascenso meteórico, demuestra que es más que un guardameta: ¡hoy es un ídolo nacional!
España y Portugal dejaron todo sobre el césped. Ganó la pasión futbolera, en un duelo marcado por momentos intensos, habilidad, coraje y, finalmente, una tanda de penales que coronó a Portugal.



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