Omar Rodríguez Escobedo es un artista callejero que, a pesar de la pérdida progresiva de su vista, continúa compartiendo su pasión por la música en los camiones de Tijuana. Acompañado de su hija, sube cada día a las rutas para cantar y ganarse algunas monedas con las que sostiene a su familia.
Originario de Chiapas y con más de 30 años viviendo en Tijuana, Omar encontró en el transporte público un escenario para continuar con lo que más ama: cantar. Durante su juventud formó parte de distintos mariachis, pero con el tiempo se dedicó de lleno a interpretar canciones en los camiones de la ciudad.
Su pérdida de visión comenzó en la infancia, tras contraer paludismo a causa de la picadura de un mosquito. Años más tarde, un accidente al caer de un techo le dañó el nervio óptico, lo que empeoró su condición.
“Veo manchitas, como cosas sin mucho sentido, pero esto me pasó hace siete años al caer del techado de una casa”, relató.
Hoy, su mayor motivación son sus tres hijos, de 17, 15 y 3 años, quienes estudian gracias a lo que él logra recaudar diariamente, entre 200 y 400 pesos. “Esta es la manera en que saco adelante a mis hijos”, comentó.
Aunque reconoció haber pasado por una etapa de depresión al perder la vista, aseguró que el amor y apoyo de su familia lo impulsaron a seguir adelante.
Habitualmente se le puede escuchar en los camiones de la línea azul y blanca que van de La Línea hacia el Centro de la ciudad, donde su voz se ha convertido en parte de la vida cotidiana de los pasajeros.



Fotografías: José Vargas