En el Pasaje Rodríguez, ubicado en la Zona Centro de Tijuana, se encuentra El Grafógrafo, un espacio único que combina el amor por los libros con una visión comunitaria. René Castillo, librero tijuanense y fundador del lugar, creó este proyecto con el objetivo de atender las necesidades de los lectores de la ciudad y, al mismo tiempo, fomentar buenas prácticas sociales a través de la lectura.
Para René, El Grafógrafo es más que una librería. “Es un proyecto que está vivo y se transforma a diario. La gente piensa que vendemos libros, pero yo digo que es lo que menos hacemos”, comenta. Este rincón literario busca ser un refugio para quienes desean explorar el mundo de las letras o simplemente disfrutar de un ambiente acogedor acompañado de un buen café.

El espacio está diseñado para recibir a todo tipo de visitantes, desde los más apasionados lectores hasta los curiosos que pasan por el pasaje. “Busco gente curiosa y aburrida que vaya pasando y voltee, para jalarlos a contarles un poco de qué se trata. La idea es formar lectores, pero sobre todo ciudadanos que valoren este tipo de espacios”, señala Castillo.
Una de las particularidades de El Grafógrafo es que no se exige un consumo económico para disfrutar de los libros disponibles. Los visitantes son libres de leer cualquier ejemplar del repertorio, con la única inversión de su tiempo. Este enfoque refuerza el compromiso del lugar de democratizar el acceso a la lectura y crear una comunidad más consciente y participativa.

Más allá de los libros, El Grafógrafo es un espacio que invita a la reflexión, la convivencia y el descubrimiento. Es un rincón donde cada página leída puede convertirse en una herramienta para transformar el entorno y construir una sociedad más rica en conocimiento y cultura.




Fotografías: Luis Bautista