El 20 de enero de 2025, durante su discurso inaugural, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la decisión de cambiar el nombre del Golfo de México a «Golfo de América». Esta medida forma parte de una serie de acciones destinadas a resaltar la grandeza y el patrimonio estadounidense.
El Departamento del Interior de Estados Unidos informó que, siguiendo las instrucciones del presidente, la nueva denominación será implementada en todos los documentos y comunicaciones oficiales del gobierno federal. Además, empresas privadas como Google han anunciado que actualizarán sus plataformas para reflejar este cambio dentro de Estados Unidos.
La orden ejecutiva también contempla la restauración de nombres históricos en otros lugares emblemáticos del país, como la reinstauración del nombre «Monte McKinley» para la montaña más alta de América del Norte, previamente conocida como Denali.
Esta iniciativa generó debates entre cartógrafos y plataformas de mapeo digital sobre la adopción de la nueva nomenclatura. Algunos voluntarios en OpenStreetMap, por ejemplo, discuten si deben reflejar el cambio solo en la porción estadounidense del golfo o en su totalidad, y si la actualización debe aplicarse únicamente para usuarios en Estados Unidos o a nivel global.
La decisión de renombrar el golfo ha sido interpretada como parte de una estrategia más amplia del presidente Trump para afirmar la influencia y el dominio de Estados Unidos en áreas clave a nivel global. Acciones anteriores en esta línea incluyen intentos de adquirir Groenlandia y propuestas para recuperar el control del Canal de Panamá.
A pesar de la implementación oficial del nuevo nombre en Estados Unidos, se anticipa que la comunidad internacional y diversos organismos continuarán utilizando la denominación tradicional de «Golfo de México».
