Mientras algunas personas aprovechan los días de descanso para realizar actividades recreativas, otros eligen acudir a la Capilla de San Judas Tadeo, un santuario ubicado sobre el Bulevar 2000, en los límites entre Tijuana y Rosarito, donde rinden homenaje al santo y agradecen favores recibidos.
A pesar de su tamaño modesto, la capilla se ha convertido en un punto de referencia para quienes buscan fortalecer su fe. Sus visitantes la han adornado con veladoras, flores y figuras de San Judas de distintos tamaños, reflejando la devoción de los fieles que acuden diariamente a pedir por su bienestar o el de sus familias.
CRECIMIENTO DEL SANTUARIO Y SU IMPACTO EN LA COMUNIDAD
El señor Fausto, quien visitó el lugar con su familia, recordó que hace algunos años la capilla era más pequeña y menos conocida. «Hace como tres o cuatro años estaba más chica, la gente no la conocía mucho, pero con el tiempo empezó a venir más gente. Por seguridad, la movieron y la hicieron más grande», comentó.

Según Fausto, su primer acercamiento con este sitio fue a través de redes sociales. «Empezó a salir en los corridos, la vimos en TikTok y dijimos: ‘oye, estamos cerca, estamos en Tijuana, vamos’, y nos vinimos».
Para él, la devoción a San Judas está ligada al bienestar familiar y espera que sus hijos mantengan la tradición. «Cada vez que podemos, pasamos a Rosarito y le damos las gracias», expresó.
UN LUGAR DE ENCUENTRO PARA LOS CREYENTES
Ubicada en un tramo del Bulevar 2000, en dirección a Playas de Rosarito, la capilla sigue siendo visitada por creyentes a pesar de encontrarse en una zona con baja densidad poblacional. Su presencia en la región la ha convertido en un espacio donde los devotos pueden expresar su fe y reforzar su esperanza en uno de los santos más venerados dentro de la Iglesia Católica.




Fotografías: Karen Castañeda