El 28 de marzo de 1925, San Josemaría Escrivá recibió el sacramento del orden en Zaragoza, España. El fundador del Opus Dei tenía entonces 23 años. Mons.
Miguel de los Santos Díaz Gómara, obispo auxiliar de Zaragoza, presidió la ceremonia en la iglesia de San Carlos. Dos días después, el santo celebró su primera misa en la Basílica del Pilar. La primera eucaristía del joven sacerdote tuvo un tono emotivo.
Su padre había fallecido meses antes, y la estampa de invitación incluía una petición de oración por su alma. Andrés Vázquez de Prada, biógrafo del santo, describió el momento como una experiencia profunda. San Josemaría vivió la liturgia con intensa devoción y agradecimiento.
Solo un pequeño grupo acompañó al sacerdote en su primera misa. Entre ellos estaban su madre, doña Dolores, su hermana Carmen y algunos amigos cercanos. Doña Dolores no pudo contener las lágrimas durante la ceremonia.
Testigos relataron que permaneció arrodillada, inmóvil, mientras contemplaba a su hijo consagrar el pan y el vino. Un incidente marcó el momento de la comunión. Una mujer se adelantó a doña Dolores, impidiendo que fuera la primera en recibir la hostia de manos de su hijo.
Tras la misa, la familia compartió una sencilla comida. Más tarde, San Josemaría reflexionó en su habitación sobre los acontecimientos recientes y los desafíos enfrentados. La Prelatura del Opus Dei prepara actos conmemorativos en Zaragoza y Roma.
Mons. Fernando Ocáriz, prelado, invitó a vivir la fe con alegría en tiempos difíciles. Mientras tanto, la institución enfrenta desafíos.
En España, un profesor recibió una sentencia que lo separa del Opus Dei, aunque él mantiene su inocencia. En México, la organización negó acusaciones de explotación laboral. Tres mujeres denunciaron condiciones abusivas, pero el Opus Dei rechazó categóricamente estas afirmaciones.
Mons. Ocáriz pidió oraciones por la revisión de los estatutos. Espera concluir este proceso antes de fin de año, según informó en una carta pastoral.
El centenario de la ordenación sacerdotal de San Josemaría revive su legado. Su vida y obra continúan inspirando a miles de fieles en todo el mundo.