En pleno corazón de la ciudad, justo frente al Palacio Municipal, se encuentra una esquina dedicada a la nostalgia. Ahí, bajo la sombra del parque Benito Juárez, Jorge Carmona ofrece un servicio que conecta generaciones: la digitalización de recuerdos almacenados en formatos antiguos como VHS, casetes y otros medios análogos.
Jorge, técnico en electrónica y apasionado del cine desde temprana edad, comenzó grabando eventos sociales con una cámara que consiguió por iniciativa propia. Su amor por la tecnología y el deseo de mantenerse actualizado lo llevaron a especializarse en la transferencia de video, adaptándose a las nuevas herramientas digitales sin perder de vista el valor sentimental de los archivos del pasado.
“Me di cuenta de que mucha gente tenía recuerdos muy importantes guardados en formatos viejos, y que con el tiempo se estaban perdiendo”, explicó. Por ello, decidió convertir su conocimiento en una misión personal: ayudar a que las memorias familiares, celebraciones y momentos especiales no quedaran en el olvido.
Su pequeño módulo se ha convertido en una parada obligatoria para quienes buscan revivir sus historias. Jorge trabaja con esmero y precisión para preservar la calidad de los archivos, entregando copias digitales que pueden almacenarse fácilmente en computadoras o dispositivos USB.
“No sientan que ya no van a volver a ver sus recuerdos. El VHS ya pasó de moda, pero la tecnología permite recuperarlos. Yo estoy para ayudarles a conservarlos”, comentó.
Este emprendedor tijuanense no solo ofrece un servicio técnico, sino una experiencia emocional: revivir lo que creíamos perdido y darle una nueva vida a nuestros recuerdos.





Fotografías: Luis Bautista